viernes, 28 de marzo de 2014

En nuestras tardes amarillas, sólo puedo asegurar que es el  calor de Agosto
el que nos tiene enamorados con locura.
Sudemos esta fiebre y esperemos a que Septiembre y Octubre se lleven la calidez de nuestro corazón. Y esperemos que la ilusión y la pasión hibernen hasta el próximo año.

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